lunes, 6 de julio de 2015

Latidos anodinos



Hoy es la más cálida de las más frías de las noches,
en las que ha habido dudas, en las que ha habido desconsuelo.

Que hay cantos que me implican vértigo en su escucha,
y hay lugares dónde no has estado, y aún así, te veo.

Me percato pues de que hay latidos que me suenan a tu nombre,
hay sueños también, que me levantan sin dejar de tocar el suelo.

Hoy es siete veces más oscuro que ayer, hoy es nada,
y sin embargo, heme  aquí, ebrio, pensativo y sí, risueño.

Pues no es más cierto que hay ausencia que no calla,
y hay polvo y hay vacío, pero sigue todo a un mismo recuerdo.

¡Que hay libertad que representa todo lo impensable!
Como ayuno, como resistencia, como orgullo de ser el eterno reo.

Y aún así, el mundo gira igual, con los mismos pájaros, las mismas estrellas,
solo que tú más barata, más insigne y sí, más lejos.

Que derribamos tantos gigantes con tu verdad y tu mano sobre la mía,
que fuimos ejército de dos, y vencimos, y fuimos dos.

Porque vencimos,
porque fue lo mejor.


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