domingo, 1 de marzo de 2015

Huracánn


Que llegó llevándose consigo mi humanidad,
un viento que destruyó todo lo que hube construido.

Una marejada noche en la que fue la violencia mi eternidad,
un olvido perpetrado ante un odio fundido.

Un sentir que no oye ni mira, que solo siente, si es mi voluntad,
una libreta etérea de lo que en mi mente hubo y ha habido.

Ente social y anímico, muerte de un callar encerrado, libertad,
vida de un dolor ausente hasta anoche, dónde te vi, herido.

Polvo que no cae sino que eleva heridas de un arma de metal,
huracán que todo lo arrasa, que todo lo rompe, esquivo.

Veo cometas en lunas, y en é,l su ojo, el del huracán,
noche estrellada dicen, que no es sino otro cielo infinito.

Que todo se ha llevado, aunque me ocultase, me logró hallar,
y no quedan ganas, ni fuerzas, ni victorias, solo olvido.

Que algunos lo acabaron llamando desastre sin causa ni final,
que yo lo he acabado llamando mi yo rendido.

Un abrazo funesto de lo que antaño, fue si no otra, vanidad,
que llegó, y aunque sea de día, aún no se ha ido.

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