lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz navidad.

24 de Diciembre de 2012.


Mi mayor saludo, comandante.

Hoy, quizás como vos erais, habéis recordado que es navidad. Vuestro fiel recluta ha soñado con vos, un largo, dulce y poderoso sueño en el que me abrazabais sin pausa y me sonreíais sin premura.Un sueño en el que, como casi cada noche en que se me os aparecéis, os puedo confesar que no hay rincón oscuro de mi alma bélica en el que no os eche de menos. Os puedo confesar que no hay momento de debilidad si os recuerdo. Y os puedo confesar, que pese a las adversidades con vuestra oficial y su madre, siempre tratamos, yo y vuestro general, de que sonrían, de que no olviden vuestra estela ni el código del honor.

Es navidad. Hoy me faltarán vuestros gritos entrando por la puerta. Me faltará vuestro abrazo, frío por la premura con la que habéis llegado del gélido exterior. Me faltará vuestra sonrisa, increíble espejo a la bondad, y vuestros comentarios precarios e insulsos sobre nuestro país. Nunca supisteis que mi país era mi família, y que mi patria, vuestro orgullo.

Pero ante todo, me faltará sentarme en mi silla. Hoy, me sentaré en la vuestra, y a dios pongo por testigo que trataré de recordar cada palabra vuestra. Como nos mirabais, como reíais.

Es tan frío este inverno, que mi alma tirita aún abrigada. Ha muerto un ángel en este nevado páramo y no se encuentra rastro de él.

Es navidad. Me faltará encontraros la mañana del 25, yo ebrio de placer y vos leyendo las nuevas del día. Me faltará como cada año luchar por no dormirme mientras vos os burláis de mi. Me faltará sentir vuestro abrigo de padre cuando me duerma, y me faltará que me arropéis justo antes de marcharos sin hacer ruido. Me faltará vuestro regalo de navidad. No esas basuras materiales, sino aquella sonrisa al ver mi regalo en vuestras manos. Me faltará que me abracéis orgulloso y que olvidéis el mal. Me faltará vuestra voz, y solo pido eso, vuestra voz, en mi oído, en mi alma, en mi corazón, a mi lado y por siempre. Porque en navidad me enseñabais que no había distancia, si no segundos por pasar. 

Recuerdo exactamente éste momento hace un año. Llegasteis, frío pero contento. Ya no fumabais, y por dios cuan orgulloso me sentí por ello. Habíais perdido peso, y por dios, cuan orgulloso me sentí por ello. Entrasteis, y lo primero que hicisteis fue abrazarme.

Y por dios, cuan orgulloso me sentiré por los días de mi vida por ello.

Solo quería desearos, este 24 de diciembre, a vos que todo me lo disteis, desde la vida hasta la fuerza, el valor , el honor, la bondad, la alegría, la entereza, la fuerza, la potencia y la sabiduría del soldado; a vos que sois lanza y escudo en uno, que me protegéis, aunque creáis que no os veo. Solo, y exclusivamente quería desearos que esta noche, el primer trago lo deis conmigo, pues en ese momento miraré al horizonte, buscando una fila de perlas blancas, y espero que vuestra sonrisa ocupe su lugar.


A la memoria del que será siempre el más fiero comandante jamás nacido:
Santiago Magraner Magraner

De parte de tu recluta, que  nunca ascenderá hasta que tú lo veas menester:
Vicente Magraner Ripoll



E.M.S.A

1 comentario:

Diana Profilio dijo...

Emocionante carta que has escrito con el corazón; son las que valen y ayudan a aliviar el alma.

Te deseo TODO lo mejor, querido Vicent!! Levemos anclas en este viejo año y con la esperanza y energía dispuestas a navegar hacia el nuevo año. Un abrazoooooooooooooo!!!!