domingo, 3 de junio de 2012

Un mundo ideal I

24 de marzo de 2248

¿Sabes? Hace años el mundo era muy diferente al nuestro. No te imaginarias cuanto mejoró el mundo cuando por fin el ser humano dejó la malicia, cuando abandonó por fin los malos pensamientos, cuando se dio cuenta de que todo lo malo retaba a su propia naturaleza.
Por ejemplo, hace años se legalizó el aborto. La gente debatió por ideologías si era correcto o no aquel acto, pero hubo un siglo en el que se legalizó sin medida alguna. La gente era libre de decidir el destino de su propio feto, las mujeres tomaron conciencia de aquella decisión y hubo medio siglo de una marea de abortos.
Pero aquello cambió a los pocos años de aquellos abortos. Las mujeres sintieron el dolor de perder a su propio hijo, aunque fuesen jóvenes, con un futuro por delante, aparecieron decenas de libros describiendo aquellas depresiones y hubo suicides masivos por la pena de aquellas mujeres que sentían a sus hijos no natos, sus hijos muertos en su mente y en su corazón. Por ello las mujeres tuvieron un ataque de conciencia y todas, absolutamente todas, tomaron muchas mas precauciones,y descendió la cantidad de embarazos no deseados un 250%, llegando solo a excepciones debidas a accidentes.
Y qué decir de la religiones? Fue una época difusa la de hace siglos, la gente trataba de derrocar aquellos ídolos de la antigüedad, y éstos además les daban motivos, como pederastia,  secuestros, estafas o excomuniones.
Solo cuando por fin todas las iglesias se reunieron, se dieron cuenta de que se habían desviado de sus sendas, y decidieron dejar de llamar a Ser, Dios, Alá, Buda o cualquier otro nombre, todo cambió. Ser fue la respuesta a todos los conflictos. Debido a la pureza de aquellos nuevos ideales, los pederastas se confesaron, pues su mensaje era demasiado potente. Ser era una religión abierta, compasiva. Nunca hubo ni donativos ni nada por el estilo. Todas las religiones tenían tantos, tantos negocios abiertos que la mitad de aquellos ingresos fueron a la beneficencia. Ser fue na religión que olvidaba nombres, que respetaba a todo y a todos. Nadie quería profundizar en si era hombre, mujer, de color o si era occidental u oriental. Solamente importaban los mismos mandamientos que hoy dictan la conducta de las personas: 1-Sé como tú quieras ser. 2-No olvides lo bueno que hay en ti. La libertad que imponían aquellos nuevos mandamientos hizo a la gente darse cuenta de la pureza y poca obligación de su iglesia, y todos empezaron a acudir a la iglesia, capilla, a cualquier lugar donde se predicaba una mezcla bondadosa de todas las religiones.
¿Y qué decir de aquel dos mil en que la violencia de género alcanzó cotas impensables? Aquello fue una marea de violencia y muerte gratuita que la gente no sabía como parar. Y todo cambió con María. Maria era la mujer de un poderoso magnate del petroleo. Éste la golpeaba casi a diario, pero ella era una mujer fuerte. Un día salió en su televisión otro caso de maltrato, y vio como el suelo estaba empapado en sangre. Aquello le dio que pensar.
Esa noche, María colgó un blog con una webcam encendida. En ella, horas después, se vio a sí misma golpeada violentamente por su marido. La primera noche, la vieron solo mil personas, pero ella pidió que nadie alertase a la policía, que esperasen. La segunda noche, la vieron diez mil personas, pero el mensaje, tras la paliza fue el mismo, silencio. Tras la quinta noche, en que millones de personas, millones de cadenas de televisión la observaban, en silencio, apareció de nuevo la misma escena, ella, llena de moratones, hablando con su marido, que se levantó enfurecido. Todos seguían sin entender porque aquel ejercicio de sumisión filmado. En su inmensa mayoría eran mujeres maltratadas que no tenían ya voz propia.
Pero aquella noche fue diferente. María se levantó de su silla, y justo cuando aquel empresario iba a golpearla en la cara, ella se abalanzó hacia él, y le abrazó con la fuerza que su amor le proporcionaba. Delante de exactamente media humanidad, María le dijo a su marido las mas tiernas palabras que nunca le dijo una mujer a un hombre, mientras éste se arrodillaba en el suelo, con los ojos empapados. Cuando ella acabó, se vio en la televisión como aquel hombre lloraba, avergonzado y arrepentido de todo lo que le había causado a la mujer que tanto amaba. Y cuando ella le explicó que le había estado filmando, no por maldad, si no porqué ella sabía que él era en verdad una buena persona, fruto de unos hábitos corruptos de una sociedad anticuada, en lugar de castigarle, él se dirigió hacia la cámara y anunció una nueva clínica para hombres como él, en que todos serían anónimos, y se llamaría "Hijos del deber"; sí, exactamente el mismo nombre de la famosa compañía mundial que ahora posee miles de oficinas en todo el mundo, la misma que se ocupa de dar trabajo y apoyo a cualquier hombre, mediante el amor y la amistad.

Como ves, nuestro  mundo cambió mucho desde el día Zero, pero fue a  mejor, ya te contaré mas detalles.
Un saludo, E.M.S.A

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