domingo, 5 de enero de 2014

Rechazo a un mundo destruido

Rechazo el aire que respiro hasta que encuentre un  héroe,
un hombre que llore, una mujer que grite,
una voz que no calle, una luz que no se atenúe
un solo día en que respirar no sea un acto triste.

Rujo hasta que me encuentre el cambio del gris al verde,
 hasta que vea antes una flor rosada que un soldado firme;
¡Porque esta es una tierra perenne
dispuesta a amar a aquellos que no se rinden!

Exploto esta rabia en escorbutos de odio y fiebre,
¿Cuando ha ganado el brillo a la luz de quién ríe?
Condeno cada acto hecho en pos de un hombre
y ensalzo cada palabra lanzada con el amor como timbre.

Rechazo el aire de este lugar pues ya es la nobleza más tenue,
y ya no veo si no veneno en cada palabra arrojada al libre;
no pretendo ser cura, si no hereje,
no pretendo matar una alimaña, si no crear un cisne.

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