martes, 19 de junio de 2012

Amar señora, amar!

Cada gesto vuestro es una sentencia de lividez,
y de la misma manera en que el viento corre entre el mar,
vuestra mirada posa sus pisadas en mi tez
para acabar muriendo en mis ojos, que no cesan de mirar.

Por el mero hecho de existir cantan por vos mil rosas,
las mismas que enseñé tiempo atrás a despertaros,
y si alguna vez calláis, enseñaré a mil pájaros mil notas
para que me digáis cuanto me amáis mediante sus cantos.

Sois hermosa entre bellas, y bella, entre hermosas,
es vuestra virtud la belleza de la inocencia y del saber,
y cuantas estrellas toco, ellas a vos os tocan;
os dan un beso por cada vez que os quiero tener.

Pero olvido deciros que os amo, terco bohemio,
tristes son las palabras que os tengo decir, me hieren,
pues no veo mejor manera de confesaros qué siento
que inventarme por vos palabras de amor que difieren,
en si os amo como el mar, como las rosas, o como el viento.

4 comentarios:

Marinel dijo...

Caray Vicent,qué preciosidad de poema-declaración a la antigua usanza.
Pero antigua, antigua,¿eh?
Porque hace siglos-a mí me lo parece-que se perdió gran parte del romanticismo,para desgracia de la humanidad,añadiría yo,claro...
En fin, que chapeau.
Me chifla saber que hay jóvenes que aún se aferran a lo romántico. Eso quiere decir que no todo está perdido.
Besos muchos,guapetón.

María Gabriela Costigliolo dijo...

bueno, esto tambien imploca dejar una parte vuestra en el otro... o no?
Muy hermoso el poema.
Un abrazo

Ginés J. Vera dijo...

Si lo has escrito pensando en alguien en concreto creo que deberías leerselo, recitárselo y dedicárselo para que también lo disfrute como nosotros. Felicidades a tí y a esa persona esptan afortunada.

Ricardo Miñana dijo...

Un poema romántico.
que tengas una buena semana.
un saludo.