lunes, 19 de marzo de 2012

El valor de tu calor

Hay personas que solo con una mirada fugaz, transmitían el calor de un volcán, la fuerza de una tempestad, la tranquilidad de un lago y la entereza de una roca. Hay personas que abrazan el alma con el agarre de un ancla, que logran secar lágrimas con solo palabras. Para una de ellas, aquí va otro de los muchos recuerdos que le guardo.
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Reprimo cenizas de un alma ya marchita,
y es tu muerte mi muerte;
así como tu marcha es mi pesadilla en vida
y mi mayor tormento, el no volver a verte.

Lloro, lloro, por tu ausencia, miro y me lanzo a maldecir;
y si no toco mas que tu cara en mi interior
es porque te recuerdo tan dentro de mi
que creo un mundo, donde verte, y esquivar el terror.

Es tu mano, una lejana cuerda en este naufragio,
una esquiva cura para una enfermedad jamás nacida,
pues mientras tu abrazo era un ungüento contra el frío
no hay abrigo que me guarde de esta desdicha.

Es tu mano, un tardío recuerdo, un vil agarre,
es un deseo jamás concebible ya, pues no eres,
y mientras es tierra todo lo que nos separe
 lucharé para que te sientas orgulloso de verme.

Calla la noche, y la fauna de este lugar me resulta lejana,
su esencia ha marchado a un lugar oscuro y gris,
que no hace mas que castigar mi atormentad alma,
hasta que acudes a mi regazo, y me haces sonreír.

Pretendo, pretendo tumbar dioses, asesinar reyes,
ser mejor que el que llega a la cima, triunfar,
pretendo, siempre y cuando se me deje,
hacer que tu nombre suene en cada lugar,

No puedo despedirme de ti, nunca,
has arraigado en mi, como una planta trepadora de amor,
que me perfume tu aroma, a mi y a la luna
que te echa en falta, pues tuyo era su esplendor.

Y me considero el mas rico de los hombres,
tuve y tengo tu amor y tu respeto, divino tesoro invendible,
tu fuerza y tu ternura, de mi vida los goznes,
tu entereza, y tu bondad, ausentes allá donde se mire.

¡Y suenan llamaradas y tormentas!
¡Un huracán en mi corazón que destroza toda una vida!
¡La parca, llevándote, aun no contenta,
intenta que me olvide de tu sonrisa!

Sin embargo no hay pradera que pueda ocultarla,
no hay montaña que sirva para tapar su brillo;
no existe en todo el universo planeta que pretenda igualarla
pues tu sonrisa, papa, tu sonrisa...
tu sonrisa es algo que admiro.


2 comentarios:

Ginés J. Vera dijo...

Si tuviera que escoger uno de los aullidos de tu blog de entre los que he leído recientemente, elegiría éste. Un aullido de pena pero también de lucha, de fuerza, de amor.
Un saludo.

Ana dijo...

Siento mucho la perdida que sientes hoy Vicent, pero estoy segura que tu padre se siente orgulloso de ti,(esto ya lo vimos algunos hace años) pero sobre todo hay algo que a los que somos padres o madres nos hincha el alma más que nada y es que nuestros hijos sientan admiración por nosotros. Aparentemente somos fuertes pero temblamos como las hojas cuando necesitamos la aprobación de nuestros hijos, tambien nosotros somos hijos. Aulla todo lo que tu garganta te permita pero regalate de vez en cuando aullidos de alegria, estos tambien sanan el alma. Besos para Amanda y Santi y para tí, estoy impresionada por tu madurez.