Me siento pequeño en este mundo
de estrés, preocupación y pretensión,
tanto que me siento culpable al hacer caso nulo
del papel que me brinda la vida, mi "misión".
No veo acto mas triste y carente de vergüenza
que traïcionar un sueño por conveniencia
todo se puede lograr, pues la auténtica fuerza
radica en persistir hasta sobrepasar la meta.
Recordar que el olvido no hace prisioneros
y que cada acto tiene su justa consecuencia
que luchar no implica dejarse los nudillos en el intento
si no mas bien intentarlo siempre, con persistencia.
Tal vez sea un mundo triste y duro
y que su obligación sea apagarnos la ilusión
mas siempre queda la opción de alzar el puño,
echarse la mochila al hombro, y levantar de nuevo el listón.
2 comentarios:
Lo has intentado. Has fracasado.
No importa. Inténtalo de nuevo.
Fracasa de nuevo. Fracasa mejor.
Samuel Beckett
Rumbo a peor
Cuidáte...
o abraço amigo
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