El sordo mudo, ciego escritor 2ª Parte

Me retiré

Y mire la mesa

Su mano ahora sostenía el papel

Me acerque, a la altura de su cara, tersa y vieja

De pronto pensé, ciego....como podía escribir tan bien?

Y si mano se detuvo, dejanto una palabra incompleta

El anciano se levantó, cojió una hoja

Me inquietó que fuese de pergamino

Mojó la pluma en su boca

Y podía escribir con tinta, inaudito

Y escribió un aviso, una estrofa

Soy el esclavo del tiempo

El señor de la poesia

Y de tiempo me alimento

Yo a ella, antes la poseía

Mi amor, mi tormento

Mi corazón dio un golpe

Y dos y tres

Dios, quién es este hombre

Y cómo era que leía mi pensamiento también?

Recordé la estrofa, y no entendía bien

No había dicho que le tocase, para anunciarme?

Me fijé en su trabajo

Miré detenidamente, era poeta,

No podía negarlo

Pero lo que mas era proeza

Era que mientras escribía con su mano derecha

Me miraba a mi, con su cabeza

Aún con una suma ceguera

Esa poesía que ocupaba ahora sus manos

No la podía haber escrito un humano

Era peciosa, afirmo que sentí envidia

Pues esa poesia, era la mejor que leí en mi vida

Pero no escribiré ni uno de sus versos

Para que los actuales poetas, sigan intentando,

Aunque en vano, crear poemas perfectos

Entonces me decidí

Y me acerque más

Mire su mano, si o sí?

No podía echarme atrás

Le toqué la mano

Y me mostró su sufrimiento

Y si mayor tormento

Ese hombre, había amado