viernes, 17 de mayo de 2013

Ni con Versia olvido...

Miles de pensamientos pasaron por la mente de Glornik al ver semejante territorio desolado por la inmundicia, por la podredumbre. No era más que una vasta tierra de gentes que en un tiempo atrás fue feliz, luchaba por sus sueños, respiraba y sentía en sus pieles y sus corazones la agonía de una vida que, aunque dura, merecía la pena ser vivida.

Sin embargo, ahora no eran más que muertos vivientes. Andrajosos personajes heridos en vida y revividos en muerte para servir por la eternidad, sin otro objetivo que trabajar, vivir y morir por su amo y señor.

Pero, al darse cuenta, no vislumbró diferencia alguna entre aquellas personas muertas en vida y esclavizadas para siempre, y algunas tierras humanas donde los poderes políticos asfixiaban tanto a los ciudadanos como el nigromante a sus siervos.

...

Aclarar que no voy a incluir éste fragmento en Versia, pero me horroriza la idea de que ni en mi novela pueda huír de esta situación...

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