Hoy rescaté un texto de mi propia cosecha, escrito en uno de los momentos mas peliagudos de mi vida, y que al leerlo hoy con la música adecuada me ha hecho llorar. Espero que os guste y un abrazo.
¿Alguna vez te sentiste como si todo lo que ves, todo lo que tienes, todo lo que, con tremendo esfuerzo, construiste, y disfrutaste, se viene abajo con lenta velocidad, poco a poco, desde los cimientos, hasta la cima?
¿Qué, con tu inquebrantable voluntad, con tu sudor, con la sangre que derramas en cada movimiento, no puedes vencer a la impotencia que te rodea?
¿Qué, por mucho que hagas, tu vida no es nada? ¿Que tu familia no es nada, que tus amigos no son nada, que tu futuro, no es…nada?
¿Qué, debes estar en mil sitios a la vez, para mantener el equilibrio que, aunque inestable, desbalanceado, débil, estúpidamente importante, necesitas para poder salir de este, tu agujero de impotencia?
¿Sentiste alguna vez que, pegaste los edificios de tu felicidad con cintas adhesivas, te curaste las heridas con sal, que tu mundo vuelve, en apariencia, a al normalidad, pero de pronto todo cae, y te hace rodar entre sal y cristales?
Bien, pues cuando sientas que todo pierde valor, que tu vida es como una moneda en la hucha de la eterna monotonía de un mundo que no te echa una mano, simplemente mira arriba, mira abajo, mira adonde sea, pero recuerda siempre, que la mayor fuerza motora del universo es tu propia voluntad, es tu vida, tus "si, yo puedo", son tus ganas de mejorar, tu voluntad de hierro que, aunque débil, para todos los golpes de los obstáculos que en tu vida deberás esquivar.
Nada más es la vida que un obstáculo de adversidades, de objetivos, de alegrías y tristezas, y ahí entras tú, y tú decides si la abundancia serán las alegrías, o las tristezas, si marcharás a la cama para pensar en lo bien que ha sido hoy el día, y lo mejor que será mañana, o si dormirás en tu fría cama, deseando no despertar jamás.
Todo depende de ti, tu vida, tu amistad....tu amor, todo, si quieres algo, debes luchar por ello, y, aunque sea difícil, y en apariencia se vea complicado, casi imposible, más vale fallar delante de la puerta cerrada, que no acercarse nunca a la entrada abierta, el destino es solo un lienzo, el cual tú, con tu espíritu debes pintar, decorar, mejorar.
Y cuando llores, cuando las amargas lágrimas broten de tus ojos, no dejes que nadie te diga que no debes hacerlo, llora, no toques ninguna de ellas, deja que caigan por tus sonrosadas mejillas, pues entonces demostrarás que necesitas ayuda, que eres humano, y tu caparazón de soledad desaparecerá, y te sentirás aliviado, llorando notarás como te vacías como la mitad de un reloj de arena, dispuesto a luchar por todo, DISPUESTO A DARLO TODO DIA A DIA, SIN MIRAR ATRÁS, DANDO EL TODO POR EL TODO, SABIENDO QUE HAGAS LO QUE HAGAS, TE SENTIRÁS BIEN, SABRÁS QUE LO HICISTE BIEN, Y HABRÁS ECHO SENTIR BIEN A OTROS.
Eso, es lo que es en parte, lo que cada uno de nosotros deberemos hacer, habrá momentos de bajón, yo mismo estoy pasando uno de ellos, pero no me siento o me río a que las cosas cambien por si solas, me levanto, con esfuerzo, hago todo lo que creo que puede mejorar mi vida y la de los demás, y es más, me esfuerzo aún mas cuando, al pensar en los demás, me viene a la mente toda esa gente que no quiere cambiar, y cambio, solo para demostrar, a todo un mundo, que es posible hacer lo que uno quiera, a cambio de obtener lo que se quiere
Un amigo, un trabajo, una familia...
Todos y cada uno de nosotros somos novas de energía dispuestas a ser explotadas en mitad de una escasez de lluvia de cambios, y debemos explotar, dar lo que nuestro corazón nunca ha dado.
Pero recordad siempre, ser fieles a vosotros mismos, no a los demás, eso irá después, debéis de aseguraros de que cuando hagas algo, os sintáis bien, y, si no lo hacéis, hacerlo de manera que os sintáis bien.
Las grandes obras, los grandes monumentos, empiezan por un ladrillo…¿y si el ladrillo, es levantarte? ¿Y si es mirar al cielo, mirar al frente, fruncir el ceño, y gritar que te sientes bien? ¿Qué incluso estando en el arroyo, vives mejor que los que viven sin ninguna molestia?
Es más, ¿Qué mérito tiene vivir, si no luchamos por ello?
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