Desde escocia, con amor

Bueno, aquí me hallo, en Edinburgo, en mi cama (es lo único que hay en mi habitación, ni tan siquiera 1 mesa)
Y bueno, voy a hacer un resumen de porque no digo ni pío por aqui, y porque hay tanta sequía en mi blog.
No tengo tiempo físico para postear nada. Llego a casa a las 12 (lo que llega siendo, a tiempo-sistema) las 3 de España, y hago un poco de gimnasia (porque el silencioso de mi compañero francés me vigila y paro enseguida) asi que cuando me pongo delante del Netbook estoy hecho polvo...
Bueno, ahora hablemos de las cosas buenas de Edinburgh.
Me encanta el clima. Es lluvioso, si, pero es precioso quedarte en un starbucks y oír como cae la lluvia alrededor y tu estas callado...es francamente precioso.
Está lleno de jardines. Enormes, grandes, frondosos y bien cuidados. Te sientas encima y es como estar en una auténtica nube.
La gente es maravillosa. He conocido gente española (como no) como Albert, Jose, Luís que son francamente una compañía amena, aunque por otra parte he conocido gente de otros lugares del globo, como   los italianos (Gaia, Emmanuel, Simone, Federica...) o de lugares mas recónditos si cabe (Mohamed...)

Estos días he tenido poco tiempode escribir, pero ahi va uno, y ya os digo que a la mayoria sigo pasando por vuestros blogs, pero el internet de mi casa es un Wirelles-Deluxe-Apagón inoportuno.

No dejes caer esa lágrima

pues tu tristeza es solo una luz apagada

ilumina esta tierra con tu sonrisa, 

y dejarás la soledad derrotada.

Tu sabes que todo acaba bien

y que una lágrima es solo la primera de muchas,

y que derrames cinco, diez, cien,

si me necesitas, me escuchas.

Arderé por verte feliz

pero hoy alégrate de verme contigo

asegúrate de reír

y olvídate del olvido.

Los ojos quizás te traicionarán

una y otra vez ante la futura marcha,

durante días mil lágrimas derramarás,

aunque juntas, siempre serán nuestras almas.