miércoles, 10 de noviembre de 2010

Versia-5

Antes que nada quería aclarar que no voy a subir toda la novela, solo el comienzo para que me digáis vuestra opinión, si le añadiriars algo, le quitariais tal, el ritmo es lento, algo, cualquier crítica es valorada.

La sala del trono era amplia, constaba de dos grandes vidrieras religiosas que simbolizaban a Solit creando Versia, y otra en la pared opuesta, donde era simbolizado como un fuerte guerrero humano, con capa roja y coraza de guerra. Tenía ocho pilares que creaban un pasillo imaginario hacia el trono donde solía sentarse para profesar audiencias Travius, al final, se encontraba el trono, y detrás, un gran escudo de armas, a su lado, otro trono, para Landariel, echo de plata, a diferencia que el de Travius, que era de oro. Una alfombra roja recorría todo el pasillo de pilares, y un paladín estaba posicionado normalmente entre pilar y pilar, en este momento, no había nadie excepto los dos visitantes que entraban.
-Quizás nunca os he contado nada de mi pasado, en forma de mala educación, pero no es como pensáis.
-Glornik, quiero que sepas antes que nada, que no estoy ni mucho menos enfadado contigo, es solo que...bueno, aunque no este enfadado no es fácil asimilar todo esto, de no ser por ti, Crisoloro hubiese caído hace ya mucho tiempo.
-Gracias mi rey-Colocó el trono de Plata de espalda a la entrada, justo enfrente de el de oro, donde se sentó Travius-Lo que voy a contaros es el motivo de mi huída, veréis mi rey-Tomó aire-Yo, en Lunaterra era el líder militar del ejército de hombres lobo, solo estaba sobre mi dos de ellos, Thankuol, rey y líder de toda nuestra inmensa manada, y su hijo, Kuolfra. Yo me había ganado el respeto de mi rey ganando batallas contra todos los poderes que nos habían planteado alguna amenaza, ogros, gigantes, incluso varios señores de la guerra, todo tipo de poderosas criaturas legendarias, pero era bien sabido en todo el reino que su hijo, era un envidioso hijo de perra, y no concebía la idea de no ser el preferido de su padre.
-En los ojos de Glornik, brotaron dos lágrimas, no de tristeza, si no de rabia, el mismo Travius le puso una mano en el hombro.
-Así que un día Kuolfra organizó una competición para descubrir al mas fuerte de entre los aspirantes, evidentemente los miembros militares estábamos obligados a asistir. Otra cosa que quizás debéis saber, mi rey, es que un dato oculto de los hombres lobo es que algunos tenemos un don, un poder, llamadlo como queráis.
Kuolfra tenía el poder de que de su cuerpo sobresaliesen a voluntad decenas o cientos de aguijones, de una dureza comparable a la del marfil, e incluso dentro de estos cuernos o aguijones, se inyectaba un veneno que dependiendo de la cantidad, podría matar o no a un hombre lobo.

2 comentarios:

PÍNTEGA dijo...

Me gustan estas historias, por ponerte un pero yo utilizaría más sinónimos para no repetir palabras como trono, pilares...te sigo.

Vicent Maganer Ripoll dijo...

Ahora que me doy cuenta quizás tengas razón, trataré de vigilar ese error en el futuro :)
Gracias por el aporte!